jueves, 13 de julio de 2017

El día que conocí a Slash

El loco me había caído bien de movida. Habíamos estado una tarde compartiendo un taller de cocteleria y al final cambiamos los teléfonos. Cuando me estaba yendo me grita que aguante un minuto y me invita a su cumpleaños unos días más adelante. Facu, mas copado imposible.
Como yo andaba medio boludo y en esa época mis eneros eran demoledores en mi trabajo, colgué con la fecha de invitación y la premisa: fiesta de disfraces. Unos días después, camino a casa recibo su mensaje. Si me acordé, si voy a ir. Me pone en compromiso y como me quedaba medio de pasada, le contesto que voy un toque.
Ahí voy. Solo con chupin, remera de Morrisey algo gastada y las zapatillas de las que mi vieja siempre me pregunta si algún día las voy a tirar.
Cuando voy llegando, afuera esta el típico hombre vestido de mujer, una mujer policía y una enfermera. Al parecer nadie se jugó con los disfraces pero yo no puedo decir mucho.
Adentro no conozco a nadie y por lo que se ve, Facu le cae bien a todo el mundo, no sólo a mi. Todos lo abrazan. Me dice que tome lo que quiera, aunque un par ya salieron de tomarse todo del baño.
Allá en un rincón esta la cocina con un freezer que tiene todo. Esos vinos de colores y birras en cantidad. Exploro un poco y rescato un buen gin y una tónica perdida. Si Facu como buen entendedor de bebidas había escondido su perlita, yo se la había encontrado y ahora mismo se la estaba por abrir.
Mientras me preparo mi gin tónic dos chicas al lado se besan como la última vez, la imagen es re porno, pero no quiero mirar mucho para no quedar como un calentón.
Me quedo un rato ahí, sentado en la mesada y llegan dos chicas para suplantar a las que se besaban que se habían ido.
"Buuu, Morrisey", es lo primero que me dicen. Me río y les digo que pensé que la música que ellas escuchan ya no existía mas. Están disfrazadas de Axl Rose y Slash y tienen un descoque envidiable. Axl es rubiona y el pelo le va bien. Slash tiene peluca a lo Slash, arito en la nariz y lentes. Todo a lo Slash, salvo por que se ve que va mas al gimnasio que a la facultad. Para el infarto.
Facu se acerca para este lado y se apreta un poco con chica Axl Rose. Me la presenta y también a Slash, que resulta ser su hermana. Le digo que ya estuvimos hablando un poco de música. Me había contado que su novio tiene una banda. Yo la conocía, me había roto los oídos unos días atrás en la Vinoteca Perrier. Le digo que me parecen unos perros. Se ríe y me dice que les tenga paciencia que recién empiezan. Le pregunto por su novio y me dice que no está, que siempre esta con la guitarrita y a veces se aburre. Por lo poco que hablamos, me parece que a Slash hay que seguirle un poco el ritmo y empiezo a entender un poco el amor de su novio por su guitarra.
Alguien apaga un poco las luces. Hay buena música pero al parecer ahora se viene la pachanga. Hay uno disfrazado de lata de pintura. Si, lata de pintura. La rompe por donde se lo mire y al parecer esta endemoniado. Es el alma de la fiesta. Baila Lia Crucet como en su mejor noche. Hay que apenas verle la cara para saber que es su día. Que hoy lo toco la varita mágica.
Me acodo en un rincón y tiro paso de a ratos. Slash ya se me quedo definitivamente al lado. Era una época de mierda para mi, andaba asexuado después de una separación y mis amigos pensaban que ya había pasado un tiempo considerable y debía activar. Me estaba poniendo viejo.
El tema era que Slash imponía. Un hueso difícil para volver al ruedo y aparte yo ya estaba medio puesto. Caigo en una frase de Fran, que dice que siempre tuve suerte con las chicas. Que tuve poco pero bien.
Todo lo bueno de la fiesta empieza a terminar, algunos se van afuera. Otros se duermen en el sillón y el dj abandonó y ya pone el tema que le gusta el que pasa por ahí. La cosa se pone mas aburrida que película de bondi de larga distancia y decido irme.
Por alguna razón, cuando empiezo a despedirme de Facu y de algunos con los que había hablado, se acerca Slash y me dice de seguir la noche. Que espere afuera. Automáticamente pienso que se viene otra historia para contarle a Fran y a mi hermano. Ya los imagino agarrándose la cara.
En fin, me estaba yendo a casa con una mina disfrazada de Slash.
Nos vamos acercando a mi departamento y en la esquina, mi vecino, el que tiene ese espíritu inquebrantable para sacar a mear a sus perros a las 4 AM nos saluda en tono burlón. Como yo soy medio boludo me persigo con su saludo mientras pasamos frente a la comisaría, lo único con gente a esa hora.
A la mañana cuando se levanta me pregunta.
- Me voy con o sin peluca?
-Con peluca. Top.
Bajo a abrirle, afuera el día parece que va a pintar para playa.
Se vuelve y me choca los cinco, mientras un auto le toca bocina a la pasada.
A Slash la cruce un par de veces una cervecería con su novio.
A Facu un par de veces por la plaza. Pero creo que ya no me saluda igual.